Torre de Atempan, alejada de la iglesia; podemos ver el sol y la luna con el conejo. |
El sol y la luna
fueron para muchas culturas antiguas los dioses principales, lo vemos
en Grecia con Helios, en Roma con Deus Sol Invictus, en Siria
El-Gabal, y Mitra en Persia. En México podemos encontrar varias
deidades asociadas al sol como: Nanahuatzin, Huitzilopochtli, K'inich
Ajaw, Tonatiuh, etc.
Campanario de la torre de la iglesia de la Virgen de la Asunción en Tlatlauquitepec, vemos el sol asociado a una cruz. |
Con la llegada del
cristianismo a México se creo un sincretismo entre la religión
nativa y la recién llegada, asociando así a Jesús con el mismísimo
sol. Esto me ha parecido muy curioso pues es posible encontrar en la
torre de la parroquia de la Virgen de la Asunción de Tlatlauquitepec
la imagen del sol asociada a una cruz; en Chignautla la luna se haya junto a la Virgen de Guadalupe y el sol junto a un santo que no reconozco; y en Atempan esto va mas allá
al encontrarse en la torre la imagen del sol y la luna acompañada
por un conejo.
Un acercamiento al sol y la luna con su conejo en Atempan. |
En la mitología
nahua, la relación entre el sol y la luna se da en forma de una
guerra cósmica, como en la leyenda del nacimiento de Huitzilopochtli
y el descuartizamiento de su hermana Coyolxauhqui, o bien en la
leyenda que nos dejo Sahagún en su “Historia general de las cosas
de la Nueva España” sobre la creación de los astros y la mancha
del conejo en la luna.
[…] Decían que
antes que hubiese día en el mundo, que se juntaron los dioses en
aquel lugar que se llama Teutihuacan (que es el pueblo de S. Juan
entre Chiconauhtlan y Otumba), dijeron los unos a los otros dioses:
¿quien tendrá que alumbrar el mundo?.
Luna con ojos y boca no muy visibles en la fachada de la iglesia de San Mateo Chignautla, la vemos a un lado de la imagen en cantera de la Virgen de Guadalupe. |
Luego a estas a
estas palabras respondió un dios que se llamaba Tecuciztecatl y
dijo: “yo tomo a cargo de alumbrar al mundo”. Luego otra vez
hablaron los dioses y dijeron: “¿quien sera otro más?” al
instante se miraron los unos a los otros, y conferían quien seria el
otro, y ninguno de ellos osaba ofrecerse a aquel oficio, todos
temían, y se excusaban.
Uno de los dioses
que no se hacia cuenta y era buboso, no hablaba, sino que oía lo que
los otros dioses decían; los otros habláronle y dijéronle: se tu
el que alumbres bubosito, y el de buena voluntad obedeció a lo que
le mandaron y respondió: “ en merced recibo lo que me habéis
mandado, sea así”.
Nanahuatzin-Xolotl, códice Borgia. |
Y luego los dos
comenzaron a hacer penitencia cuatro días. Después encendieron
fuego en el hogar, el cual era hecho en una peña que ahora llaman
Teutezcalli.
El dios
Tecuciztecatl todo lo que ofrecía era precioso. En lugar de ramos
ofrecía plumas ricas que se llaman manquetzalli, y en lugar de
pelotas de heno ofrecía pelotas de oro, y en lugar de espinas de
maguey ofrecía espinas hechas de piedras preciosas, y en lugar de
espinas ensangrentadas ofrecía espinas hechas de coral colorado; y
el copal que ofrecía era muy bueno.
Tecuciztecatl, códice Borgia. |
El buboso que se
llamaba Nanauatzin, en lugar de ramos ofrecía cañas verdes atadas
de tres en tres, todas ellas llegaban a nueve; y ofrecía bolas de
heno y espinas de maguey, y ensangrentandolas con su misma sangre; y
en lugar de copal, ofrecía las postillas de las bubas.
A cada uno de estos
se les edifico una torre, como monte; en los mismos montes hicieron
penitencia cuatro noches. Ahora se llaman estos montes tzaqualli, (y)
están ambos cerca del pueblo de san Juan que se llama Teutihuacan.
El sol con ojos y boca, al lado de un santo que no reconozco, iglesia de San Mateo Chignautla. |
Después que se
acabaron las cuatro noches de su penitencia, luego echaron por allí
los ramos y todo lo demás con que hicieron penitencia.
Esto se hizo al fin,
o al remate de su penitencia, cuando la noche siguiente a la
medianoche habían de comenzar a hacer sus oficios; antes un poco de
la medianoche, diéronle sus aderezos al que se llamaba
Tecuciztecatl; diéronle un plumaje llamado aztacomitl, y una jaqueta
de lienzo; y al buboso que se llamaba Nanauatzin tocáronle la cabeza
con papel; llegada la medianoche, todos los dioses se pusieron en
rededor del hogar que se llama teotexcalli. En este lugar ardió el
fuego cuatro días.
Ordenáronse los
dioses en dos rencles, unos de la una parte del fuego y otros de la
otra; y luego los dos sobredichos se pusieron delante del fuego y las
caras hacia él en medio de las dos rencles de los dioses, los cuales
estaban levantados, y luego hablaron los dioses y dijeron a
Tecuciztecatl: “¡ea pues, Tecuciztecatl entra tú en el fuego!”.
Y él luego acometió para echarse al fuego; y como el fuego era
grande y estaba muy encendido, como sintió el gran calor del fuego
hubo miedo, y no osó echarse en el fuego y volvióse atrás.
Otra vez tornó para
echarse en el fuego haciéndose fuerza, y llegando detúvose, no osó
echarse en el fuego; cuatro veces probó, pero nunca se osó echar.
Estaba puesto mandamiento que no probase más de cuatro veces.
De que hubo probado
cuatro veces los dioses luego hablaron a Nanauatzin y dijéronle:
“¡Ea pues Nanauatzin, prueba tú!”.
Y como le hubieran
hablado los dioses , esforzóse y cerrando los ojos arremetió y
echóse al fuego, y luego comenzó a rechinar y respendar en el
fuego, como quien se asa; y como vio Tecuciztecatl que se había
echado en el fuego, y ardía arremetió y echos en el fuego.
Después de que
ambos se hubieran arrojado al fuego, y después que se hubieran
quemado, luego los dioses se sentaron a esperar de que parte saldría
Nanauatzin.
Habiendo estado un
gran rato esperando, comenzóse a poner colorado el cielo y en todas
partes apareció la luz del alba. Dicen que después de esto los
dioses se hincaron de rodillas para esperar a donde saldría
Nanauatzin hecho sol.
Tonatiuh, antes Nanahuatzin en el códice Borgia. |
Y cuando vino a
salir el sol, pareció muy colorado, parecía que se contoneaba de
una parte a otra; nadie podía mirar, porque quitaba la vista de los
ojos, resplandecía y echaba rayos de sí en gran manera; y sus rayos
se derramaron por todas partes; y después salio la luna, en la misma
parte del oriente, a par de sol: primero salio el sol y tras el salio
la luna; por el orden que entraron en el fuego por el mismo salieron
hechos luna y sol.
Y dicen los que
cuentan fabulas o hablillas, que tenían igual luz con que
alumbraban, y de que vieron los dioses que igualmente resplandecían,
hablarónse otra vez y dijeron: ¡Oh dioses, cómo sera esto? ¿sera
bien que vayan ambos a la par? ¿sera bien que igualmente alumbren?.
Luna y conejo, códice Borgia lamina 29. |
Y los dioses dieron
sentencia, y dijeron: “sea de esta manera, hágase de esta manera”.
Y luego uno de ellos fue corriendo y dio con un conejo en la cara de
Tecuciztecatl, y oscurecióle la cara y ofuscóle el resplandor, y
quedó como ahora esta su cara.[...] ¨[1]
Había un gran fuego. En esa época todo era oscuridad. Los enanos hicieron una apuesta que el que pudiera apagar el fuego seria el rey del mundo. Pero ninguno salta en el fuego para apagarlo. El muchacho dijo que el quizás podría apagar el fuego.
Entonces escalo una montaña, y salto desde la cima, con el viento. El tomó la mayoría del fuego; quedando un poco. El se fue para siempre a estar en la orilla del mar. Ahora el es el sol, el es el calor y la luz. Su madre se fue a buscarlo, y encontró a los enanos, ellos le dijeron que se había ido. Ellos dijeron que el había tomado la luz y ahora circunda la tierra como las manecillas de un reloj. Entonces ella decidió seguirlo. El poco fuego permaneció para que ella lo tomara.
Entonces ellos son el sol y la luna persiguiéndose uno al otro. La luna brilla menos porque ella tomo el poco fuego que quedaba.” [2]
La segunda versión que nos da Taggart es más larga ubicándose después del diluvio bíblico, identificando plenamente a Jesús con el sol y nos dice: “El padre Noé sobrevivió la inundación y tenia familia. Un nuevo mundo fue hecho de nuevo. Entonces había dos niños huérfanos, un hermano y su hermana.
Una gran hoguera fue hecha para ellos. Ellos tiraron a los huérfanos en el fuego. El niño fue el que mas se quemo, pero en cuanto a la niña, no se quemo mucho. Después, de que ellos carbonizaron bien al niño, este se revolcaba dando vueltas en el fuego, el se convirtió en el sol. La niña que se quemo menos, se convirtió en la luna. Entonces él puso la luna en el mundo. Dios decidió que debía venir, y ellos lo llamaron dios Jesucristo.
Toda la gente, todos los animales, las semillas, que permanecían en el arca, preguntaron de donde saldría el sol. Un pájaro, un guajolote, un pollo, caballos, y puercos, todos preguntaron, ¿de donde vendrá el sol?. Solo el perro sabia. El le pregunto a dios por donde podría venir, y el perro fue a decirles a los demás por donde el sol se levantaría. El perro les dijo que ellos deberían ir a conocer al sol. Algunos no tenia ropas, entonces las aves pidieron prestadas piezas de ropa, y el armadillo fue tejiendo su ropa para el encuentro. El perro corrió diciendo a todos que el sol vendría del este.
Armadillo tejiendo, imagen de www.biblioteca.org.ar/ |
En esos días el perro hablo, pero en ese momento, dios le dio una palmada para que se quedara en silencio. Entonces todos los animales fueron a conocer al sol. El armadillo aun no había terminado su falda. Actualmente el armadillo se ve como si la mitad de su piel fuera tejida y la otra mitad rayada. Las rayas son los palitos para tejer que carga. Cuando ellos fueron a conocerlo. dios los bendijo, quedándose vestidos con sus ropas desde entonces. El armadillo y las aves no pueden quitarse sus ropas desde entonces.
Cuando el nació (Jesús), todo estaba oscuro en el establo. Muchos vinieron juntos a buscarlo.
Estaba oscuro, muy oscuro. ¿Y por que el hizo el amanecer?. El fue apareciendo. El estaba amaneciendo. El fue apareciendo hermosamente; el brillaba cuando llego. Pero el apareció por ahí, y el dijo, aquí es donde el esta. Ahí llego, creciendo.[…].” [3]
- Macazaga Ordoño, César. "Coyolxauhqui, la diosa lunar". Editorial Cosmos. México D.F. 1978. p. 11-17.
- Taggart, James. "Nahuat myht and social estructure". University of Texas press. Austin Texas, U.S.A. 1997. p. 101.
- Ibíd., p. 102.
- "Stresser-Pean, Guy. El sol-dios y Cristo". Fce, Conaculta. México D.F. 2011.
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